Cúpula priista se esconde ante reformas que permiten la reelección de sus dirigentes
La cúpula de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) optó por no fijar postura respecto a los resultados de la Asamblea Nacional Ordinaria celebrada este fin de semana, en la que se aprobaron cambios a sus estatutos permitiendo la reelección de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, por hasta ocho años más.
Tras el cónclave, el presidente interino del Comité Directivo Estatal del PRI, Ernesto García Sarmiento, pidió esperar «unos días más» para tener en sus manos el resolutivo de la asamblea y poder fijar una postura clara. A pesar de los intentos de contactarlo en las oficinas de la dirigencia estatal del partido, personal adscrito a la presidencia aseguró que ni García Sarmiento ni el secretario general, Teodardo Muñoz Torres, estaban disponibles.
Vía telefónica, García Sarmiento, quien siempre ha atendido a los medios, se excusó de la posibilidad de ser entrevistado, argumentando que, aunque asistió a la asamblea, “hubo cambios en varios temas, por lo que ya solicité los acuerdos para tener los datos y poder brindar información con precisión”.
Cuando se le preguntó sobre su postura respecto a la reforma estatutaria que permitiría la reelección de Alejandro Moreno, García Sarmiento evadió la cuestión, señalando: “No solo fue ese tema, hubo otros asuntos. Por eso le pido tiempo para tener la información precisa, porque hay también otros temas muy importantes que se abordaron y no quiero cometer algún error”.
Por su parte, no fue posible localizar al secretario general del PRI, Teodardo Muñoz Torres; se le buscó en su sede y por la vía telefónica sin obtener respuesta.
En su momento, García Sarmiento había considerado inviable la reelección de Alejandro Moreno como líder nacional del partido. “No (es viable), no, no. Pues los estatutos son muy claros. No, no se permite la reelección. Necesitaba modificar los estatutos (antes), pero ahorita no se puede aplicar (la reelección) en este momento”, afirmó en una ocasión. Sin embargo, los delegados del PRI aprobaron las reformas a los Estatutos, la Declaración de Principios, el Programa de Acción Política y el Código de Ética Partidaria, prometiendo que dichas enmiendas fortalecerán al partido, haciéndolo más unido y cercano a la ciudadanía.
Esta falta de postura clara y evasión de respuestas ha generado incertidumbre sobre la posición oficial del PRI estatal frente a los cambios significativos en su liderazgo nacional.